Como depredadoras, las arañas suelen ocupar una posición terminal en las cadenas tróficas. Desempeñan un papel importantísimo como depredadores: son las mayores consumidoras de insectos que hay en el planeta y contribuyen decisivamente en controlar su número.
Se encuentran en todos los climas, incluso los fríos, poco favorables para los animales poiquilotermos, y se cuentan entre los seres vivos registrados a mayores altitudes. Abundan por igual en ambientes secos y húmedos y algunas llevan una existencia acuática, como la eurasiática Argyroneta aquatica, que llena su nido subacuático con una burbuja de aire, o la australiana Megadolomedes australianus.
También ayuda a la minimización y control de plagas como el zancudo ayudando así a reducir en un alto porcentaje la propagación de enfermedades como el zika, dengue, chicunguña entre otros
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